Soñé esto de Cuba ayer…
Soñé que me reunía con mis amigos en el malecón habanero, esos negros que nunca me han fallado y que siempre han sido incondicionales en las buenas y en las malas, soñé que se acercaba un policía y les pedía carnet de identidad a todos menos a mí. Soñé que todas mis amigas universitarias querían viajar y conocer, al menos, un país distinto de Cuba; trabajaban día a día pensando en que podían lograrlo honradamente, soñé que muchas terminaban en la cama de un extranjero para poder lograr sus sueños. Soñé que fallecía el “Comandante en Jefe”, que la noche de la noticia todos los cubanos estaban atónitos, soñé que la mayoría rápidamente sintió incertidumbre por el futuro y una especie de alivio en su corazón, pero que muy pocos se atrevían a expresar lo que sentían, incluso la mayoría, susurraba la noticia por el miedo habitual de expresarse en la isla. Soñé que la mafia anticubana era muy bruta y muy mala para lograr sus objetivos, soñé que se pasaron más de 40 años, ganando mucho dinero e intentando lograr algo que nunca llegó. Soñé con una amiga que dice estar enamorada, que bloqueó a todos sus ex del Facebook y que casi no mira a nadie, el chico vive en EEUU y ella sueña con ir a vivir allá, no hay amor si él se va a vivir a Cuba, soñé que ese mismo muchacho vivía en Cuba y no tenía dinero y esa chica no lo miraba. Soñé con un grupo de mujeres que salían a las calles vestidas de blanco en contra del gobierno de Cuba, soñé que esas mujeres no salían si no le daban dinero aunque proclamaban lo contrario, también soñé con muchos cubanos que ni con dinero se hubieran atrevido a hacerlo; soñé con muchos “hombres” dándole golpes a estas mujeres, en ese momento se me salieron las lágrimas soñando. Soñé con un negro artista de mucho talento que no le da la gana de prostituirse para salir de Cuba, que quiere salir por su trabajo, por sus ideas, por sus principios, soñé que pasan los años y se le está pasando la vida, que pronto tendrá hijos y sus sueños pasarán a ser otros, soñé que es feliz. Soñé con siete amigos de mi aula en la universidad, los siete amigos más revolucionarios que conozco, los mismo siete amigos que me pusieron “M” en mi evaluación final por ser de los pocos que siempre decía lo que pensaba, soñé que de los siete, solo uno queda en Cuba. Soñé que en Venezuela el pueblo se revelaba contra el gobierno, que en la euforia de las protestas culpaban, entre otras cosas, al gobierno de Cuba por apoyar la “dictadura socialista”, soñé que quemaban la bandera de Cuba en Venezuela, soñé que los venezolanos proclamaban que tenían el valor que a los cubanos les ha faltado por mucho tiempo, soñé con muchos cubanos alrededor del mundo indignados por estos comentarios, soñé que estos mismos cubanos hubieran querido tener el valor de hacer lo que se hace en Venezuela pero su orgullo no les deja admitirlo. Soñé que poco a poco los que dirigían el gobierno cubano fallecían, pero los sustituían sus familiares o amigos, soñé que estos eran peor. Soñé que crecí con hijos y sobrinos de los dirigentes cubanos, compañeros que compartieron conmigo la Escuela Vocacional Vladimir Ilich Lenin, soñé que escuchaba sus historias de cómo habían pasado sus vacaciones en algún Cayo de Cuba o en Varadero, soñé que yo las pasaba en las Playas del Este, soñé que sus padres proclamaban la igualdad de todos los cubanos. Soñé con muchos artistas cubanos, que hoy, desde Miami y otras partes del mundo, se burlan del gobierno Cubano hablan oprobios de sus dirigentes, soñé también que muchos, cuando actuaban en la televisión cubana les dedicaban su show a Fidel. Soñé con comentaristas deportivos criticando despiadadamente a deportistas cubanos por haber desertado, soñé como esos mismos comentaristas recibían a Yasiel Puig en Cuba con un abrazo y un beso. Soñé que muchos cubanos migraron hacia Ecuador, soñé que esos cubanos conocieron lo que era xenofobia en ese país “hermano”, soñé que muchos abogados cubanos estafaban a sus mismos compatriotas con la promesa de regularizarlos en el país. Soñé que muchos cubanos hoy, desde fuera de la isla, se atreven a comentar en redes sociales en contra del gobierno, soñé que esos mismos cubanos llenaban las marchas en la Tribuna todas las semanas, soñé que yo era uno de ellos.
El despertador de mi NOKIA 6170 ha interrumpido el batiburrillo de sueños, son las 6:45am. Me levanto para ir a trabajar pero antes me preparo mi desayuno; limonada y pan con aceite y sal. Vivo en Lawton así que me toca ir a fajarme con el P2.
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